11 de Marzo de 2013.
Vuelta a Bilbao después de un fin de semana en la nieve
bastante completito. La semana pasa rápido y el viernes asisto junto con unos
cuantos amig@s a la fiesta del Abandoko Saskibaloi Taldea.
El equipo de
baloncesto de mi amiga Olatz que todos los años prepara este evento para
recaudar dinero.
El 18 de marzo entramos en mi última semana en Bilbao,
una vez más pasa rápida…de nuevo empiezan las despedidas…casi había olvidado lo
que era.
El viernes 22 llega Gádor cumpliendo con la apuesta que
meses atrás habíamos hecho. Si en MANADO me toco a mí vestir los colores del
Barça, ahora es ella quien lleva los del Athletic.
Pasamos la noche en Villasana, y al día siguiente me
despido de mi hermano, Esti e Ibai.
Las típicas fiestas de Deusto son un buen lugar y momento
para la despedida con los amig@s.
La siguiente es con mis aitas. Junto con Gádor me dirijo al
aeropuerto, Barcelona nuestro siguiente destino. Mi primera experiencia con
Ryanair es bastante mejor de lo que me esperaba después de oír diferentes
historias.
Barcelona vuelve a ser un punto de reencuentros, Pol,
Irene, Gorka e Ingrid, Marco un italiano al que conocimos en Deusto, e incluso
Mimi a la que conocimos en KOH TAO y a la que encontramos de casualidad.
Por
supuesto también con Julia, Sofía y Jordi.
Son buenos días los que pasamos en Barcelona,
pero
llegado el jueves 28 de marzo nos vamos en coche hasta Chulilla, un pueblito
situado en la Comunidad Valenciana y que ningún amante de la escalada debería
dejar pasar por alto. En esta meseta caliza, la erosión del rio Turia ha creado
una hoz y el salto de Chulilla de 160 metros de profundidad y 10 metros de
anchura.
Aquí también coincidimos con Ianire, la cual pasa sus días de Semana
Santa junto a otr@s amig@s.
Gádor y yo abandonamos pronto por la mañana el pueblo,
nos queda un largo viaje hasta Sevilla. Sobre las 4 de la tarde llegamos a
Tomares, localidad en la que vive Edu con el que tanto tiempo viajé por Asia. Se
hace raro encontrarnos fuera del continente asiático y sobre todo abrigados
hasta las orejas, pero es una gran alegría volver a vernos y más cuando se nos
une nuestro amigo Aitor que se encuentra en un festival en Huelva.
Una vez tod@s juntos y dada nuestra poca pasión por las
procesiones tan típicas de Sevilla en Semana Santa, pasamos al plan cañas a 1
euro.
Se nos escapa un poco de las manos y terminamos con vinos y cubatas, sin
duda fue la mejor de las elecciones,
aunque a la mañana siguiente nos pensáramos
lo mismo, es más, puedo llegar a decir
que no pensábamos, simplemente actuábamos, no nos quedaba otra, nuestro barco a Canarias
zarpa ese mediodía desde Huelva, así que despedida exprés y al coche de nuevo.
30 de Marzo, sobre las 11 de la mañana llegamos al puerto
en Huelva, hacemos el check-in y embarcamos en un ferri que nos sorprende al
verlo, nuevo y moderno, nada que ver con los ferris asiáticos.
28 horas de travesía comienzan a la 1 del mediodía que
terminan el domingo 31 a las 8 de la tarde hora canaria. Entre medias, varios
espectáculos amenizando el viaje por parte del stuff de la compañía, alguna película,
siestas, relajarse en las hamacas e incluso ver algún grupo de delfines jugar
con las olas que provoca el barco.
Mucho tiempo viviendo por delante...ahora durante un tiempo viviré una hora por detrás.
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