De vuelta en Gran Canaria

22 de abril de 2013

Van pasando los días en la isla y el calor va apretando cada vez más y más.

Gran Canaria no es un destino tan popular  como algunas de sus islas vecinas. El poco atractivo de su capital, junto con la construcción masiva de hoteles y ciudades de vacaciones en el sur, han ocultado la belleza natural de parte su paisaje volcánico. Sin embargo, fuera de los puntos típicos de atractivo turístico, la isla guarda todavía un buen número de lugares y rincones increibles.

Tener el coche aquí nos ha ido permitiendo conocer algunos de estos lugares.

No podía faltar la visita a las dunas de Maspalomas, el lugar ideal para pegarse unos saltos y rebozarse cual croqueta en la arena. Una buena manera de pasar una tarde de miércoles soleada y calurosa.

Nuestro siguiente objetivo era subir al Roque Nublo, una formación rocosa muy característica en el segundo punto mas alto de la isla, con unas vistas privilegiadas. Pero por lo visto el hombre del tiempo detectó sangre bilbaina y decidió ponernos a 5 grados (típica temperatura canaria…) y sumergirnos  en una niebla que a penas dejaba ver mas de tres metros por delante.

Así que… media vuelta! Otro dia será…

Por suerte pocos días después el tiempo nos recompensó con un alucinante atardecer en el Pico de las Nieves, el pico más alto de Gran Canaria (1.949 m). 

Su cumbre se localiza en el centro geográfico de la isla, y forma parte de diferentes espacios protegidos.

Junto con nuestro amigo Samu, subimos con las cámaras al atardecer.

La naturaleza nos regaló las mejores vistas que hemos presenciado desde que estamos aquí.  El perfil de Tenerife con su imponente Teide se dibujaba en un cielo de tonos rojizos que no parecía ni real.
 

Roque Nublo y el Teide de fondo.

Roque Nublo y Tenerife de fondo.

Roque Nublo, Tenerife/Teide y La Gomera.

  

Y la visibilidad fue tan buena que pudimos también contemplar las islas de La Gomera y el Hierro al este, y Fuerteventura al oeste.
 

Al fondo La Gomera, nuestras cámaras no alcanzaron ni El Hierro ni Fuerteventura.

Y todo esto a una temperatura de lo más agradable, que hizo que no nos moviéramos de allí hasta caer la noche.

El domingo 12 de mayo no pasó como uno cualquiera, pues de repente, estando en casa, un enorme ruido nos sobresaltó varias veces, como si nos sobrevolasen unos "cazas". ¡Y así fue! Un ejercito de verdaderos acróbatas nos deleitaron con sus arriesgadas virguerias en el cielo azul de la playa de las Canteras. 

Por la tarde nos dimos una vuelta por el casco viejo de la ciudad, ya que todavía no lo conocíamos a plena luz del dia (de noche lo conocemos perfectamente pero es una visión algo mas “nublada”…)

Pequeñito pero con encanto, y con una curiosa historia. Callejuelas estrechas y desordenadas, y con nombres peculiares.

" Solo existen dos días en el año en que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y otro mañana. Por lo tanto hoy es el día ideal para amar, crecer, hacer y principalmente vivir "

-- Dalai Lama --